El color Miel se inspira en la calidez del naranja tostado de la madera, resaltando sus vetas alargadas y notorias con un poro blanco característico. Su textura poro simula fielmente la de un árbol real, añadiendo autenticidad y frescura al espacio.
Ideal para ambientes rústicos o aquellos que buscan evocar la naturaleza en su diseño, el color Miel se combina fácilmente con una amplia gama de colores sólidos, ya sean cálidos o fríos. Además, su versatilidad permite integrarlo con otros materiales como piedra o plantas, creando composiciones armoniosas y acogedoras.
Los detalles especiales en ciertas zonas del diseño, que imitan los estriados naturales de la madera, añaden un toque distintivo y único a cualquier proyecto de decoración.